La meningitis es una enfermedad de suma gravedad, que afecta la medula espinal y las membranas del cerebro causando graves lesiones, discapacidad y en algunos casos, hasta la muerte.
El Día Mundial de la Meningitis, se celebra el 24 de abril de cada año.
La meningitis es una infección caracterizada por la inflamación de las meninges (membranas que cubren el cerebro y la médula espinal, leptomeninges) que en el 80 % de los casos es causada por virus, en el 15 al 20 % lo es por bacterias y en el resto de los casos se debe a intoxicaciones, hongos, medicamentos y otras enfermedades. Se trata de una afección poco frecuente, pero potencialmente letal que puede lesionar el cerebro y ocasionar inconsciencia y lesión de otros órganos. La meningitis progresa con mucha rapidez por lo que el diagnóstico temprano y el tratamiento precoz son importantes para prevenir secuelas graves y evitar la muerte.
Cualquier persona puede contraer meningitis pero la frecuencia de la enfermedad es especialmente elevada en niños y personas inmunodeprimidas. Los síntomas más frecuentes son dolor de cabeza, rigidez de nuca, fiebre, fotofobia (intolerancia anormal a la luz) o fonofobia (intolerancia a los sonidos) y trastornos de la conciencia. A menudo, en particular en niños pequeños, solo se presentan síntomas inespecíficos como irritabilidad y somnolencia. La existencia de erupción cutánea puede indicar una forma particular de meningitis, como la asociada con meningococemia.
Clasificación
La meningitis puede clasificarse de diversas formas basadas en su etiología, en aspectos técnicos de los cultivos o en aspectos clínicos.
Según la clasificación basada en la etiología la meningitis puede dividirse en bacteriana, tuberculosa, aséptica, viral y relacionadas.
Entre los microorganismos que causan meningitis bacteriana figuran Neisseria meningitidis, Haemophilus influenzae, Streptococcus pneumoniae, estreptococos del grupo B, Listeria monocytogenes, bacilos gramnegativos y otros (Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermidis).
En cuanto a la meningitis tuberculosa y similares, los patógenos causales incluyen Mycobacterium tuberculosis, Cryptococcus neoformans, otros hongos, parásitos, etc.
Por último, las meningitis asépticas o virales y relacionadas se deben a virus, Leptospira sp., Treponema pallidum, una meningitis bacteriana con tratamiento parcial, focos parameníngeos supurados y enfermedades sistémicas (p. ej., linfoma, leucemia y otras).
Causas
Las causas más comunes de meningitis son las infecciones virales. Estas infecciones generalmente mejoran sin tratamiento. Sin embargo, las infecciones bacterianas son extremadamente graves. Pueden provocar la muerte o daño cerebral, incluso con tratamiento.
La meningitis también puede ser causada por: Irritación química, alergias a medicamentos, hongos, parásitos, tumores
Muchos otros tipos de virus pueden causar meningitis:
- Enterovirus: estos son virus que también pueden causar enfermedades intestinales.
- Virus del herpes: son el mismo virus que puede causar el herpes labial y el herpes genital. Sin embargo, las personas con herpes labial o genital no están en mayor riesgo de desarrollar meningitis herpética.
- Los virus que causan paperas y VIH.
- Virus del Nilo Occidental: este virus se disemina por medio de las picaduras de mosquitos y se ha convertido en una causa importante de meningitis viral en la mayor parte de los Estados Unidos.
Síntomas
La meningitis enteroviral ocurre con más frecuencia que la meningitis bacteriana y es más leve. Por lo general, se presenta a finales del verano y principios del otoño. Afecta con mayor frecuencia a los niños y a los adultos menores de 30 años. Los síntomas pueden incluir: dolor de cabeza, sensibilidad a la luz (fotofobia), fiebre ligera, malestar estomacal y diarrea, fatiga
La meningitis bacteriana es una emergencia. Necesitará tratamiento inmediato en un hospital. Los síntomas por lo general aparecen rápidamente y pueden incluir: fiebre y escalofríos, especialmente en recién nacidos y niños, cambios en el estado mental, náuseas y vómitos, sensibilidad a la luz, dolor de cabeza intenso, cuello rígido
Otros síntomas que pueden ocurrir con esta enfermedad: agitación, fontanelas abultadas en los bebés, disminución del estado de conciencia, alimentación deficiente o irritabilidad en niños, respiración rápida, postura inusual, con la cabeza y el cuello arqueados hacia atrás (opistótonos)
“Usted no puede determinar si tiene meningitis bacteriana o viral por la manera como se siente. Su proveedor de atención médica debe averiguar la causa. Vaya al departamento de emergencias del hospital de inmediato si cree tener síntomas de meningitis.”
Tratamiento
Se usan antibióticos para tratar la meningitis bacteriana. Los antibióticos no tratan la meningitis viral. Pero los medicamentos antivirales pueden administrarse a aquellos con meningitis herpética.
Expectativas (pronóstico)
El diagnóstico y tratamiento oportuno de la meningitis bacteriana es esencial para prevenir lesiones neurológicas permanentes. Generalmente, la meningitis viral no es una enfermedad grave y sus síntomas deben desaparecer en cuestión de 2 semanas sin complicaciones duraderas.
Posibles complicaciones
Sin un tratamiento oportuno, la meningitis puede provocar lo siguiente: daño cerebral, acumulación de líquido entre el cráneo y el cerebro (derrame subdural), pérdida de la audición, acumulación de líquido dentro del cráneo que lleva a la inflamación del cerebro (hidrocefalia), convulsiones, muerte.
¿Cómo se puede contagiar la meningitis?
Lo más común, es que la meningitis aparezca en las primeras etapas del desarrollo infantil, sobre todo cuando los niños no son vacunados en el período estipulado de los primeros seis años de vida, sin embargo, la enfermedad puede ser transmitida a cualquier edad, por algunos agentes contagiosos como trasmisión de micropartículas a través de la mucosa de la boca o la respiración, tos, beso o contacto con alimentos infectados.
Prevención
Ciertas vacunas pueden ayudar a prevenir algunos tipos de meningitis bacteriana:
- La vacuna contra el Haemophilus (vacuna HiB) aplicada a los niños ayuda
- La vacuna antineumocócica conjugada se aplica a niños y adultos
- La vacuna meningocócica se aplica a niños y adultos: algunas comunidades llevan a cabo campañas de vacunación tras un brote de meningitis meningocócica.
Los miembros del hogar y otros en estrecho contacto con personas que tengan meningitis meningocócica deben recibir antibióticos para evitar infectarse.
La manera más adecuada de prevenir la meningitis es a través de las vacunas. Esto ayuda a combatir la bacteria llamada meningococo tipo A y C y el neumococo y que neutraliza su aparición en el organismo y en caso de aparecer, mata la bacteria.
Por lo general esta vacuna es aplicada en niños a partir de los primeros meses de vida. Es suministrada en varias dosis. Causa algunos síntomas leves y no puede aplicarse si el menor presenta fiebre.
El peligro de no conocer bien la enfermedad
El problema real de la aparición de la meningitis, es que muchas personas no saben detectar a tiempo los síntomas que la producen y cuando la enfermedad ya está presente, a veces es demasiado tarde para el paciente.
En este sentido, saber reconocer estos síntomas es de vital importancia, sobre todo, en la población infantil, que es la más vulnerable en la mayoría de los casos. Como se propaga de manera rápida, las primeras horas de atención y tratamientos, son cruciales.
Cortometraje "Cerrando el Círculo", todo lo referente a la Meningitis
Es una serie bastante completa, que fue pensada con la finalidad de informar y crear conciencia acerca de esta enfermedad. Está dirigida a todo tipo de público. A través de una serie de capítulos, se le va explicando a la población de que trata el padecimiento, así como la prevención oportuna.
Para celebrar este día, te invitamos a verla para que conozcas un poco más sobre este interesante tema o simplemente darla a conocer a otras personas de tu núcleo familiar, amigos o conocidos, también puedes compartir tu opinión en las distintas redes sociales a través del hashtag #DíamundialdelaMeningitis.
La información aquí contenida no debe utilizarse durante ninguna emergencia médica, ni para el diagnóstico o tratamiento de alguna condición médica. Debe consultarse a un médico con licencia para el diagnóstico y tratamiento de todas y cada una de las condiciones médicas.
Fuente: Meningitis / Medlineplus