Algo que la mayoría de las clínicas tienen en común son los residuos sanitarios (RSS), también llamados por muchos residuos hospitalarios. Estos desechos se dividen en categorías y representan una fuente de riesgos para la salud humana y el medio ambiente, de ahí la necesidad de eliminarlos adecuadamente.

Para ayudarlo mejor en esta área, creamos este artículo para guiarlo en cómo debe realizar esta tarea de la mejor manera posible. Como se mencionó anteriormente, estos desechos se dividen en categorías y cada uno de ellos debe eliminarse de manera diferente.

Antes de empezar, es necesario que la clínica elabore un Plan de Gestión de Residuos de los Servicios de Salud (PGRSS), ya que la correcta gestión de los residuos sanitarios no solo se hace dando el destino correcto a los residuos, yendo mucho más allá. Ahí es donde entra en juego el PGRSS.

La PGRSS está regulada en Brasil por las resoluciones CONAMA nº 283/01, CONAMA nº 358/05 y ANVISA RDC 306/04. En resumen, el PGRSS es un documento técnico y se basa en los principios de no generación y minimización, apuntando también al tratamiento y disposición final de los artículos que necesitan un manejo diferente. Además, el PGRSS tiene como objetivo proteger a los trabajadores involucrados y preservar el medio ambiente y la salud pública.

Es importante resaltar que todo establecimiento que preste servicios orientados a la salud (sea humana o animal) debe realizar un PGRSS, y la falta de dicho documento puede resultar en una multa, ya que puede ser exigida e inspeccionada por las agencias de salud.

Separación de residuos en categorías


Los residuos hospitalarios se clasifican en categorías, cada una con características distintas a las demás, además de tener, en algunos casos, subcategorías. Consulta cada uno de ellos:

Grupo A - En esta categoría se encuentran residuos con presencia de agentes biológicos, como sangre, secreciones, residuos de laboratorio de análisis clínicos e incluso algunos objetos cortantes. Cabe destacar que los residuos sólidos del grupo A no se pueden reciclar. El grupo A también se subdivide en A1, A2, A3, A4 y A5.

Grupo B - Esta categoría incluye los desechos químicos, es decir, contiene sustancias químicas que representan un riesgo no solo para la salud pública, sino también para el medio ambiente. Subdivididos en B1, B2 y B3, estos residuos van desde artículos de quimioterapia hasta medicamentos vencidos prohibidos y / o contaminados.

Grupo C - Esta categoría incluye artículos de los grupos A, B y D, sin embargo contaminados con radionucleidos, de laboratorios de análisis clínicos, servicios de medicina nuclear y radioterapia, así como cualquier residuo que no deba ser reutilizado.

Grupo D - Podemos clasificar en esta categoría cualquier tipo de residuo que no presente riesgo químico, biológico o radioactivo, como papel higiénico y pañales, toallas sanitarias, prendas desechables, sobras de comida entregadas a los pacientes, etc.

Grupo E - incluye materiales cortantes o escarificantes, es decir, elementos capaces de cortar o perforar. Los objetos como cuchillas, agujas y cristalería rota en el laboratorio se clasifican como Grupo E.

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Realizando el descarte


Al deshacerse de estos residuos, es importante utilizar bolsas de basura de diferentes colores que la basura normal. En el Grupo A, normalmente se utiliza la bolsa de color blanco lechoso recubierta con una bolsa roja. Otro punto importante es utilizar un bote de basura de material resistente, evitando que los residuos se esparzan.

Los residuos químicos (Grupo B), según la norma ABNT, NBR 7.500 - Símbolos de Riesgo y Manejo para el Transporte y Almacenamiento de Materiales, deben identificarse con etiquetas de fondo blanco, diseño y contorno negro, que contengan el símbolo universal de sustancia tóxica. Se sugiere la inscripción "Riesgo químico".

Los objetos punzantes contaminados con residuos químicos deben embalarse en un recipiente rígido, lleno hasta dos tercios de su volumen. El recipiente debe colocarse en una bolsa de plástico de color blanco lechoso, con la inscripción “Objetos punzantes” y el símbolo universal de sustancia tóxica, como se sugirió anteriormente.

Con respecto al Grupo C, por sus características peligrosas, es recomendable que los residuos radiactivos sean manipulados y almacenados por personal capacitado. Los residuos radiactivos deben recogerse en contenedores especiales blindados.

Estos, de acuerdo con la norma ABNT 7500 - Símbolos de Riesgo y Manipulación para el Transporte y Almacenamiento de Materiales, deberán contener etiquetas donde habrá una inscripción sobre fondo blanco, diseño y contornos negros, con el símbolo universal de sustancia radiactiva y el inscripción "Rechazo radiactivo". Todas las indicaciones, incluida la fecha de decadencia, deben estar escritas en letras grandes y ser visibles desde la distancia.

Los residuos del grupo D, considerados comunes, no requieren un tratamiento tan especial como los demás, sin embargo, se recomienda separarlos en reciclables y no reciclables. En este caso, los materiales reciclables deben eliminarse en contenedores de colores (rojo para plástico, azul para papel, amarillo para metal y verde para vidrio), mientras que el resto se puede eliminar en contenedores grises con etiquetas de "Residuos comunes".

Y por último, tenemos el Grupo E. Los residuos de este grupo deben almacenarse en contenedores rígidos, resistentes a pinchazos o filtraciones, además de tener tapa. Dichos contenedores también deben llevar la identificación con el símbolo internacional de riesgo biológico, debiendo ser desechados tan pronto como alcancen dos tercios de su capacidad.

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