Como en cualquier otro establecimiento, las clínicas y los consultorios reúnen a diferentes tipos de personas, cada una con su propia forma de ser y personalidad. Cuando se trata de medicina, cada persona también tiene su forma de relacionarse: mientras unos son más relajados con los diagnósticos, otros tienen la necesidad de cuestionárselo todo en todo momento.
Para que tu clínica ofrezca un servicio cada vez más personalizado y humanizado, es importante conocer los diferentes tipos de personas que pueden acudir a ella. Muchos pacientes tienen características en común, y es fundamental que los profesionales de la salud sepan cómo tratar con cada uno de ellos.
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Aquí en el blog hemos comentado varias veces sobre el cuidado humanizado. Algunas de las características de la atención humanizada son: abordaje individualizado, transmitiendo información transparente y transmitiendo confianza y empatía. Estas características son fundamentales para que sus pacientes se sientan bienvenidos, independientemente de su perfil. Así, es posible afirmar que es fundamental conocer mejor los diferentes perfiles que transitan por su clínica o consultorio, ya que esto facilita aún más brindar una atención humanizada.
Para ayudar a los profesionales de la salud en este trabajo, hemos enumerado a continuación algunos tipos de pacientes comunes en clínicas y consultorios. Consulta sus características y cómo afrontar cada una de ellas.
Desatento o distraído
La falta de atención y la distracción pueden ser características de ciertos pacientes. Esta característica se puede observar dentro del consultorio médico, pero se puede reflejar en las acciones del paciente fuera de la clínica. Tales acciones pueden llegar a perturbar incluso el tratamiento del paciente, perjudicando así su salud. De esta forma, es fundamental estar pendiente de estos detalles durante el servicio, para que el propio profesional sanitario pueda ayudar al paciente en asuntos de este tipo.
De manera más clara, el paciente desatento es aquel que posee más dificultad de entender ciertas cosas, no por ser testarudo o cualquier otra semejanza, pero sí porque para él, todo precisa ser explicado de la forma más clara posible, caso contrario podrá distraerse con facilidad. En este sentido, evite usar términos técnicos que no sean del entendimiento de las personas comunes y dé lugar a informaciones más transparentes.
Este paciente también puede tener la costumbre de llegar tarde a las citas o incluso olvidarlas, por lo que incluso antes de que entre en la consulta, ya puedes tener una base de su comportamiento consultando su historial de citas. Si utiliza un software médico, esta tarea se vuelve más sencilla, especialmente cuando se utiliza el sistema para clínicas Ninsaúde Apolo.
A través de un sistema para clínicas, puedes enviar confirmaciones y recordatorios para que el paciente no se olvide de la cita, e incluso puedes enviar instrucciones más detalladas sobre el tratamiento y consejos de salud. Puedes programar mensajes personalizados vía e-mail marketing, de esa forma el paciente siempre tendrá la información que necesita en la palma de su mano.
El paciente desatento también puede tener dificultad para entender cómo usar ciertos medicamentos, por lo tanto, escribir recetas de la manera más "antigua" (a mano, con bolígrafo) puede dificultar aún más las cosas, ya que no siempre el paciente puede entender fácilmente la letra del médico. Por ello, opta por utilizar un software médico y haz tus recetas electrónicamente. Especificar con el mayor detalle posible cómo se debe realizar el tratamiento y los mejores momentos del día para realizarlo. En algunas ocasiones, incluso puede haber un paciente con Déficit de Atención en su consulta, pero se trata de casos aislados que no deben compararse con una breve falta de atención.
Debilitado
Hay personas que son más sensibles por naturaleza. Este tipo de paciente, cuando busca atención médica, probablemente ya es frágil, porque solo pensar que puede haber algo malo en su salud ya es motivo de desesperación. Ante casos como este, primero es importante comprender el por qué de esa fragilidad: ¿hay antecedentes familiares vinculados a los síntomas del paciente? ¿Conoce el paciente a alguien cercano que haya pasado por una situación así? ¿O el paciente está experimentando otros problemas que lo han afectado en diferentes campos? Finalmente, es necesario saber qué debilitó al paciente en esa ocasión.
Al darse cuenta de que el paciente en cuestión atraviesa momentos difíciles, sea cual sea el motivo, el profesional de la salud debe, más que nunca, poner en práctica el cuidado humanizado. No trate los miedos y ansiedades del paciente como "frescura" o como una tontería, ya que no siempre es posible conocer las causas de sus debilidades. El servicio humanizado es fundamental en todas las ocasiones, pero recuerda que en algunos casos hará una diferencia aún mayor.
Cuando en el diagnóstico se revela que en realidad la salud del paciente está en riesgo, su fragilidad solo tiende a aumentar, por lo que si el profesional ya notó que existe una vulnerabilidad en la primera consulta, es necesario tener mucho cuidado al revelar ciertos diagnósticos. Por supuesto, ocultar hechos en un intento de paliar la situación no es una buena opción, pero medir las palabras y explicar detalladamente todo lo necesario para que no queden dudas es primordial, sin olvidar, por supuesto, la humanización de los cuidados.
Inseguro y contestador
Cuando se trata de salud, es normal que las personas tengan cierta inseguridad sobre el tratamiento. Sin embargo, algunos pacientes tienden a mostrar una inseguridad inusual, incluso siendo muy desafiantes. Este tipo de paciente suele hacer varias preguntas, llegando incluso a crear teorías como si nada solucionara su situación, lo que incluye realizar quejas sobre el precio del servicio, los métodos aplicados y la duración del tratamiento. Podemos llamar a muchos de estos pacientes de inseguros y desafiantes, sino también pesimistas.
Otra característica de este tipo de pacientes es que cuestionan cada una de las etapas del tratamiento. Dependiendo de la situación, muchos todavía tienden a resistirse a las recomendaciones médicas, incluso actuando con cierta terquedad. Pero al fin y al cabo, ¿qué hacer ante una situación así? Estar a la defensiva puede ser una buena opción, pero también es necesario tener mano firme para que el paciente no abandone el tratamiento.
La solución a esto es bastante sencilla, y ya se ha comentado aquí antes: ser claros a la hora de transmitir la información y utilizar un lenguaje más objetivo, para que el paciente pueda comprender fácilmente el diagnóstico y el tratamiento. Otro consejo es utilizar ejemplos de pacientes que ya han obtenido buenos resultados con este tipo de tratamiento. Por ética médica y leyes de protección de datos, obviamente no se pueden mencionar nombres o mostrar datos como historias clínicas de otras personas, pero reportar una experiencia ya vivida en el consultorio facilita la comprensión del paciente. Además, la mejor manera de ganarle a un contestador es con buenos argumentos, así que prepárate para superar cualquier objeción.
"Google" (sabelotodo)
Seguro que te has cruzado con el paciente de “Google”, que es esa persona que se autodiagnostica basándose únicamente en búsquedas en internet. Esta persona también tiende a automedicarse, cuando la medicación no requiere prescripción médica. Pero, ¿y cuando lo necesitas? Ahí es donde busca su consultorio. La mayoría de las veces esta persona también es muy desafiante, lo que implica que sabe más que el profesional de la salud.
Al igual que el paciente inseguro, el paciente "sabelotodo" también necesita buenos argumentos para ganar. Además, es importante recordar que no todo lo que está en internet es una verdad absoluta, y cada paciente tiene necesidades diferentes, según su organismo. En muchos casos, también existe la necesidad de realizar pruebas para que el profesional pueda dar un diagnóstico más asertivo al paciente, por lo que si es necesario, utilice los argumentos correctos para mostrarle no solo los pros sino también los contras de tomar decisiones basadas en en "suposiciones".
Es importante recordar que, aunque las personas tengan similitudes en sus personalidades, cada ser humano es único y no existe una fórmula para tratar con ellos. En el día a día convivimos con diferentes personas y aunque algunos terminan teniendo pasajes rápidos en nuestra socialización, pero independientemente de eso, siempre es importante cultivar el don de la observación. Observar y analizar para siempre evolucionar.
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