Al final de una cita, es común que el profesional de la salud le dé al paciente una prescripción médica, también llamada de receta. Con la receta en mano, el paciente puede ir a la farmacia o al centro de salud para pedir sus medicamentos.

Al igual que los registros médicos, las recetas durante muchos años se hicieron de la manera tradicional, escritas por el médico en su propia mano. Sin embargo, dado que contiene información como el nombre del medicamento, la dosis, la duración del tratamiento, la frecuencia de uso y la vía de administración, se necesita mucho cuidado para que todos estos datos no sean ilegibles, ya que a menudo el farmacéutico tiene dificultades para comprender qué está escrito.

Según KLAS (una compañía británica centrada en la investigación en salud y tecnología), el 68% de los errores relacionados con medicamentos ocurren debido a la ilegibilidad en la ortografía de las recetas médicas. Otras estadísticas revelan que el 39% de los errores relacionados con las drogas ocurren al momento de la prescripción.
Fuente: Revista Saúde

Lo que muchos profesionales de la salud olvidan (o no saben) es que hay una solución a estos problemas, y se llama una receta electrónica. Además de reducir los posibles errores ortográficos, la prescripción electrónica acelera la atención y brinda mucha más comodidad a los profesionales de la salud. Para explicar mejor todos los beneficios de esta herramienta, tomemos como ejemplo el software médico Ninsaúde Apolo.

En Ninsaúde Apolo hay varias características que van desde la recepción del paciente hasta la historia clínica. En la pantalla de servicio hay una pestaña de prescripción, es a través de ella que el profesional de la salud puede imprimir las prescripciones médicas e incluso guardarlas como modelo para su uso futuro. Como se ve al paciente, cada vez que el profesional de la salud le receta medicamentos, estos se adjuntan a la historia clínica, lo que facilita la vida del profesional de la salud en caso de que necesite repetir la receta.

Otra ventaja es que no es necesario ingresar el nombre de los medicamentos, solo busque en la base de datos del sistema y seleccione el medicamento deseado. Con esta acción, además del hecho de que no hay más problemas con la ortografía ilegible, el profesional de la salud está seguro de que el nombre del medicamento se escribe correctamente, además de, por supuesto, ahorrar tiempo en la asistencia.

Ahora que conoce las ventajas que le puede ofrecer la receta electrónica, ¿qué le parece comenzar a usarla? ¡Te garantizamos que no te arrepentirás! ¿Todavía no conoces a Ninsaúde Apolo? Contáctenos y solicite una llamada de uno de nuestros representantes.