Cualquiera que brinde atención a través de acuerdos ciertamente ha oído hablar del término desautorización. Las anulaciones ocurren cuando se rechaza la facturación por parte de los acuerdos, y estas facturas pueden estar relacionadas con la asistencia, medicamentos, exámenes, materiales o tarifas cobradas por los proveedores.
Hay varios factores que causan una glosa médica, y puede ser de tipo administrativo, técnico o lineal.
Las glosas administrativas son las más comunes y se caracterizan por fallas operativas o incluso debido a una mala comunicación entre el convenio y el proveedor, por otro lado, este es el tipo de glosas más fácil solucionar.
Por lo general, están relacionados con códigos de procedimientos incorrectos, materiales y medicamentos mal escritos, ausencia o finalización incorrecta de guías de autorización, entre otros.
Las glosas técnicas están relacionadas con el servicio prestado al paciente. Este tipo de rechazo ocurre cuando algo sale mal en la conferencia realizada por el sector de auditoría, más específicamente por una enfermera auditora en procedimientos de enfermería.
La ausencia de algunos elementos, como la evolución del equipo de asistencia, la descripción de los procedimientos quirúrgicos y la verificación de medicamentos son algunos ejemplos.
Finalmente, tenemos la glosa lineal, que es una glosa que se refiere al acuerdo. La anulación lineal es una que no está justificada por la operadora y requiere un mayor control por parte del hospital o la clínica para ser reconsiderada según lo dispuesto en la descripción de los boletines. Por ejemplo, muchos operadores realizan cambios contractuales menores y los proveedores no reciben una notificación adecuada al renovar, lo que puede resultar en una anulación (glosa).
¿Cómo evitar las glosas?
En general, las glosas están relacionadas con la forma en que se realizan los cargos por los servicios prestados, por lo tanto, es extremadamente importante tener la máxima atención y cuidado en cada una de las etapas de este proceso.
La manera más eficiente de evitar las temidas glosas es tener un sector de facturación bien entrenado y especializado para minimizar los impactos causados por eventuales demoras en los recibos.
El uso de software con registros médicos electrónicos también es esencial para reducir posibles errores y rechazos. Por ejemplo, en el software médico Ninsaúde Apolo, además del registro médico electrónico, también es posible completar automáticamente las guías. El llenado se realiza en función de las configuraciones de profesionales de la salud registrados y la información de atención, una acción que, además de simplificar este proceso en la clínica, lo hace más seguro ya que elimina posibles errores tipográficos.