Probablemente ya hayas ido a un establecimiento comercial donde el servicio no era el mejor, ¿verdad? Las personas de mal humor, no respondan sus preguntas correctamente y lo traten como si fuera otra persona en la multitud.

Ahora imagine cuán molesto si esa misma situación ocurre en una clínica u hospital. Aquí es donde entra la atención humanizada, caracterizada por la atención especial dada a los pacientes que tratan a cada individuo de una manera única, basada en la ética profesional.

Cuando una persona es hospitalizada o busca atención médica, es muy probable que se encuentre débil y su psicológico esté fragilizado. De esta manera, la atención humanizada llega a satisfacer la necesidad del paciente de sentirse confiado en la situación por la que está pasando y enfrentarla de manera positiva.

Además del servicio en sí, es muy importante que la estructura física donde ocurre satisfaga las necesidades de atención y tratamiento, brindando comodidad y seguridad al paciente. Por lo tanto, las estructuras o instalaciones precarias y mal desinfectadas no constituyen un servicio humanizado.

En este tipo de servicio, la comunicación es uno de los principales puntos a destacar. Debe ser claro y eficiente de manera que permita el intercambio de información entre profesionales de la salud y pacientes. Es importante tener en cuenta el estado emocional no solo del paciente sino también de la familia, y responder a sus preguntas de una manera que transmita empatía, seguridad y confianza.

Además, el tratamiento debe hacerse individualmente y no genérico. Aprenda a escuchar atentamente lo que el paciente tiene que decir sin apartar la vista, lo que demuestra que realmente le importa la situación. Llamar al paciente por su nombre y saludarlo también caracteriza la atención humanizada, ya que es más probable que pueda brindar información importante sobre la situación que facilita el diagnóstico.