El síndrome de Burnout ha ganado más notoriedad desde hace unos años, pero el hecho es que fue mencionado por primera vez en 1974 por el psicólogo Herbert J. Freudenberger.

Freudenberger detectó el problema en sí mismo y poco después de observar a algunos colegas, notó que aquellos que estaban bajo alta presión en el trabajo habían mostrado similitudes en su comportamiento. Viviendo con una carga de trabajo continua, estas personas trataban a sus pacientes con desprecio y negligencia. Este fue el comienzo de los estudios sobre el agotamiento.

El síndrome de agotamiento, también conocido como "síndrome de agotamiento laboral", es un trastorno que está directamente relacionado con factores que influyen en los problemas de salud relacionados con el trabajo.

Si bien los médicos son profesionales que se preocupan por la salud de las personas, esto no les impide padecer el síndrome de burnout (SB). Recientemente oficializado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un síndrome crónico, el SB no es más que una respuesta prolongada a los factores estresantes interpersonales crónicos en el trabajo.

La depresión, el agotamiento físico y mental, la sensación de incapacidad e incluso los pensamientos suicidas pueden considerarse algunos de los signos del síndrome de burnout. En general, el síndrome se manifiesta en personas cuya profesión requiere una implicación interpersonal directa e intensa.

El agotamiento no ocurre de la noche a la mañana, pero puede ser el resultado de años de trabajo acumulados. Aunque algunas profesiones son más propensas a esto, independientemente de su área de especialización, es importante conocer los síntomas.

En el caso de los profesionales de la salud, muchas veces por llevarse al extremo, ya sea física o emocionalmente, el cansancio, el agotamiento y la desmotivación acaban formando parte de su día a día. Estas características, sumadas a unos momentos de descanso, ocio y relajación, pueden resultar en síntomas que conducen al agotamiento.

Burnout y CIE-11


La OMS ya ha anunciado la nueva versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (CIE). Lanzada en 1990, la CIE-1o ahora recibe la undécima revisión, donde la CIE-11 refleja los cambios y avances en la medicina y la tecnología que han tenido lugar desde entonces. La nueva clasificación tiene 55.000 códigos únicos para lesiones, enfermedades y causas de muerte, mientras que en la versión anterior (CIE-10) el total era de 14.400. Según la descripción en CIE-11:

Burnout es un síndrome conceptualizado como resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito. Se caracteriza por tres dimensiones:
1) sensación de agotamiento o agotamiento energético;
2) mayor distancia mental del trabajo o sentimientos de negatividad o cinismo relacionados con el trabajo; y
3) una sensación de ineficacia y falta de realización. Burnout se refiere específicamente a fenómenos en el contexto ocupacional y no debe aplicarse para describir experiencias en otras áreas de la vida.

Las 12 etapas del síndrome


Herbert J. Freudenberger, junto con la psicoanalista Gail North, organizaron un estudio donde es posible seguir el camino que conduce al burnout. Este camino pasa por 12 etapas, y no tienen exactamente un orden, también pueden ocurrir en diferente intensidad, según el caso.

Otro punto importante es que existe la posibilidad de experimentar varias fases a la vez, o incluso, hay quienes pasan directamente a las fases más graves. Conozca cada uno de ellos a continuación.

  1. Necesidad de aprobación: una obligación de demostrar que está haciendo un gran trabajo, ya sea para sus compañeros o para usted mismo.
  2. Trabajo excesivo: trabaje más de lo habitual, siempre el primero en entrar y el último en salir, y haciendo varias tareas solo sin la ayuda de otros.
  3. Dejar ir las necesidades personales: comience a descuidar el cuidado de sí mismo, como comer, hacer ejercicio e incluso dormir.
  4. Represión de conflictos: se da cuenta de que están ocurriendo problemas, pero no puede identificar cuáles son o cómo comenzaron; La falta de tiempo también se convierte en un obstáculo para la resolución de problemas.
  5. Revisión de valores: el trabajo es el único enfoque; las cosas simples que antes veías como incorrectas ahora se ven como la forma correcta de hacer las cosas, como simplemente tomarse un tiempo para almorzar.
  6. Negación de problemas: inicia la negación de problemas emergentes y culpa a los que te rodean por no ser tan dedicados como tú. Aparición de impaciencia e irritabilidad.
  7. Retraimiento: con el contacto social drásticamente reducido, la vida del individuo se reduce a la soledad.
  8. Cambios de comportamiento: pérdida de memoria, mayor sensibilidad, incapacidad para concentrarse, además de sentirse infravalorado y no preocuparse por el trabajo.
  9. Despersonalización: pérdida de contacto contigo mismo y con tus propias necesidades, empezando a verte ni a ti mismo ni a los demás como algo valioso, como si estuvieras viviendo en piloto automático.
  10. Vacío interno: hay un vacío profundo en el interior y en la búsqueda de llenarlo, puede haber exageraciones en el consumo de alimentos o incluso de drogas;
  11. Depresión: la vida no tiene sentido y no hay interés en nada.
  12. Burnout: en la última etapa es realmente el momento de alejarse del trabajo. El individuo se siente incapaz de realizar ninguna actividad, existe un agotamiento mental y / o físico que puede ser fatal. En esta etapa, es recomendable buscar tratamiento con psicólogos y psiquiatras; también puede haber manifestaciones físicas, como taquicardia, ataques de pánico, entre otras.

Como se mencionó en la etapa 12 del síndrome, incluso si eres un profesional de la salud, debes buscar la ayuda de profesionales en el campo de la psiquiatría y la psicología para que puedas someterte al tratamiento y recuperar la calidad de vida que esperas. Mantener una dieta saludable, hacer ejercicio y no olvidar el tiempo libre son parte de tu recuperación.